miércoles, 5 de junio de 2013
Un mercadito con mucho sabor
Este fin de semana pasado, se llevó a cabo la edición 14 de "El Mercadito de la Plaza" y el domingo mientras paseaba por la Plaza La Castellana, no me resistí y me entregué completamente a la sección de comida.
Mi primera parada fue donde las chicas de @gourmetcita porque la amiga que me acompañó ese día es vegetariana y hace siglos que no comía perro caliente y como soy una amiga fiel y solidaria me anoté en la lista de primera.
Y sí, el perro estaba delicioso con sus papitas y cebollita picadita como Dios manda, la salchicha incluso no tiene mucho que envidiarle a una tradicional pero, a mi juicio, nada supera a la gran propuesta de salsas de las cuales realmente me di un banquete: champiñones, cilantro, tofu, ajo y pare usted de contar. Mi pobre perro era multicolor, en la foto lo pueden apreciar cuando aún estaba presentable.
Como precisamente contamos con el libre albedrío hasta para alimentarnos, justo al lado de los vegetarianos estaban los choripanes de Le Choripanier a quienes tampoco les pude decir que no (ese día mi fuerza de voluntad estaba algo débil) y pedí un delicioso choripán ahumado. Como vi que era lo que pedían más y siempre aplico el dicho de "Al pueblo que fuereis, haced lo que viereis".
El vendedor me puso mala cara cuando no entendió el chiste malo de: "pónle hasta mal de ojo", pero aún así me complació porque además de los vegetales y las salsas tradicionales le colocó una sublime lluvia de chimichurri a mi resuelto ejemplar. Ya a este punto me tocó tomarme un refresco porque tanto pan sin líquido puede ser contraproducente para la salud física y mental de una persona.
Finalmente, decidida iba al stand de los muchachos de @unheladito y decidieron enfrentarme a mis peores miedos: no complacerme un antojo. Casi le meto el pie a la chica que estaba adelante, quien para mi desgracia se llevó los dos últimos helados de Flor de Jamaica. Quedé como la niña de los jamones Plumrose (comercial vieeeejo) y tuve que moverme a otra propuesta. Apenas los consiga de nuevo, iré sin duda tras el helado de papelón con limón. Quien los haya probado, por favor manifiéstese.
Justo cuando creía que todo estaba perdido, me encontré con el nutrido grupo de vendedores de @yogustosos.
Tal cual, como lo aprecian en la imagen, quedó levantado como una opción colocada por los Dioses en mi paladar, ya que mientras trataba de decidirme entre los yogures de pie de limón, oreo, cheesecake y melocotón, me sacaron este con nueces, coco y miel y sentí que mi corazón dejó de latir por unos minutos.
Infinitamente recomendados para quienes adoren el yogurt, ese día anotaron mi correo para enviarme información y además me comentaron que tienen servicio a domicilio. Para qué más?
Soy una amante empedernida de las propuestas gastronómicas emergentes en Venezuela, las cuales se presentan como empresas dedicadas a la venta por redes sociales y por ende, a la practicidad para de ese modo llegarle a los comensales de una forma cercana y artesanal.
Mi paseo por El Mercadito de la Plaza fue fugaz pero de él, me traje un compendio de imágenes, sabores y sobre todo cercanía a la gastronomía informal de la cual no podemos desligarnos jamás.
Sin duda alguna, ese día no me cansé de comer sabroso.
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