Lamento la tardanza de esta entrada pero he estado algo ocupada atendiendo asuntos familiares importantes, en esta oportunidad no he podido ignorar otro de los locales que conocí hace ya varios días pero que merece la pena comentarlo.
Soy una amante ferviente de la pizza y puedo guardar un día de todas mis semanas para darme el gustazo de saborear una exquisita (soy muy monotemática), pero este día no sabía en dónde comer y recordé que me habían hablado mucho de Pizza Caracas.
Entré a un local pequeño pero en extremo acogedor que te hace sentir fuera del país, mientras inspeccionaba, se me acercó un chico muy amable que permanecía cerca de la caja registradora y al verme la cara de desubicada me abordó para explicarme la "temática" del lugar.
Por si acaso no has ido, te comento, en Pizza Caracas cada quien debe moverse para escoger lo que va a comer y si eres de los antojados que cuando te traen tu pizza, le andas velando la pizza a tu acompañante, en este sistema jamás sufrirás de eso.
Primero, te paras en el mostrador donde a través del vidrio puedes salivar viendo la cantidad de pizzas de distintos sabores que presentan: margarita, capresa, cuatro quesos, con pepperoni, etc. Escoges tus slices de preferencia, mientras te los sirven, te acercas a la neverita donde están las bebidas, muchas de ellas importadas además de las tradicionales, carpaccios, ensaladas apetitosas y varios postres. Finalmente vas hacia la caja, cancela tu pedido y a disfrutar.
Personalmente, me fui por la propuesta menos tradicional y pedí un slice de pizza cuatro quesos en el que destacaban dos de mis favoritos, queso azul y queso de cabra, el otro slice era de queso de cabra (sí, obsesiva), cebolla y tocineta que estaba de muerte lenta, no les puse nada encima pero tienen una variedad de aceites dignos de saborear. Culminé mi experiencia con la torta red velvet que tengo entendido es famosa en el lugar y en ese sentido no fue mi favorita, la crema de adentro la sentí medio pasadita pero mi momento no se vio opacada por ese detalle.
Hace poco estuvo un reconocido pizzero de Colorado, Joe Steiner, mejorando las pizzas e introdujo par de sabores que próximamente pretendo ir a probar, lástima que no pude ir. Cualquier día le recomiendo se acerque hasta La Castellana y pruebe esta propuesta ¡Está invitado!
Por si acaso no has ido, te comento, en Pizza Caracas cada quien debe moverse para escoger lo que va a comer y si eres de los antojados que cuando te traen tu pizza, le andas velando la pizza a tu acompañante, en este sistema jamás sufrirás de eso.
Primero, te paras en el mostrador donde a través del vidrio puedes salivar viendo la cantidad de pizzas de distintos sabores que presentan: margarita, capresa, cuatro quesos, con pepperoni, etc. Escoges tus slices de preferencia, mientras te los sirven, te acercas a la neverita donde están las bebidas, muchas de ellas importadas además de las tradicionales, carpaccios, ensaladas apetitosas y varios postres. Finalmente vas hacia la caja, cancela tu pedido y a disfrutar.
Personalmente, me fui por la propuesta menos tradicional y pedí un slice de pizza cuatro quesos en el que destacaban dos de mis favoritos, queso azul y queso de cabra, el otro slice era de queso de cabra (sí, obsesiva), cebolla y tocineta que estaba de muerte lenta, no les puse nada encima pero tienen una variedad de aceites dignos de saborear. Culminé mi experiencia con la torta red velvet que tengo entendido es famosa en el lugar y en ese sentido no fue mi favorita, la crema de adentro la sentí medio pasadita pero mi momento no se vio opacada por ese detalle.
Hace poco estuvo un reconocido pizzero de Colorado, Joe Steiner, mejorando las pizzas e introdujo par de sabores que próximamente pretendo ir a probar, lástima que no pude ir. Cualquier día le recomiendo se acerque hasta La Castellana y pruebe esta propuesta ¡Está invitado!
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